La Educación Adventista

La Red de Educación Adventista es administrada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día y está presente en más de 150 países con cerca de 1,5 millones de estudiantes. En América del Sur, hay más de 270.000 estudiantes en 871 instituciones educativas (escuelas, colegios y universidades) y más de 18 mil profesores.
La educación adventista transmite no solo conocimiento académico, sino que además promueve el desarrollo equilibrado e integral de las personas – espiritual, intelectual, físico y social. La filosofía adventista de la educación se fundamenta en Cristo, por lo que los adventistas creen que bajo la guía del Espíritu Santo, el carácter y los propósitos a desarrollar son los de una vida de fe en Dios y respeto por la dignidad de todos los seres humanos.

Principios de la educación adventista

La educación adventista enfatiza el proceso educativo de forma integral y restauradora, motivando la interacción entre la teoría y la práctica, el pensar y el hacer, la razón y la emoción, el individuo y el colectivo, la causa y el efecto, porque así aprenden los educandos y los educadores.
La propuesta pedagógica de la educación adventista atiende a las necesidades generales de aprendizaje, estimulando la creatividad y la mirada crítica, tratando de transformar los conocimientos en actitudes, a partir de problemas que remiten a la realidad de la vida.
Fundamentada en los principios cristianos, esta propuesta se compromete a orientar las actividades didácticas de las escuelas de la red, sistematizando la práctica pedagógica en los salones de clases y fomentando la calidad en la enseñanza.
El currículo promueve la excelencia académica mediante objetivos amplios y estudios generales, necesarios para ejercer una ciudadanía responsable y desarrollar un individuo equilibrado en su vida espiritual, intelectual, física, social, emocional y vocacional, preparado para servir a la sociedad y a Dios.
los adventistas del séptimo día creen que, bajo la dirección del Espíritu Santo, el carácter y los propósitos de Dios pueden entenderse tal como están revelados en la naturaleza, la Biblia y en Jesucristo. Las características distintivas de la educación adventista basadas en la Biblia y los escritos de Elena G. de White destacan el propósito redentor de la verdadera educación: restaurar a los seres humanos a la imagen de su Hacedor.
Los adventistas del séptimo día creen que Dios es infinitamente amante, sabio, y poderoso. El se relaciona con los seres humanos de manera personal y presenta su propio carácter como la norma fundamental para la conducta humana y su gracia como el medio de restauración. Los adventistas del séptimo día reconocen, sin embargo, que los motivos, los pensamientos y la conducta de la humanidad se han alejado del ideal de Dios. La educación, en su sentido más amplio, es un medio para que los seres humanos restablezcan su relación original con Dios. Actuando de manera unificada, el hogar, la escuela y la iglesia, cooperan con los agentes divinos a fin de que los estudiantes se preparen para ser ciudadanos responsables en este mundo y llegue a ser ciudadanos del mundo venidero.
La educación adventista imparte mucho más que un conocimiento académico. Promueve el desarrollo equilibrado de todo el ser espiritual, intelectual, física y socialmente. Se extiende en el tiempo hasta abarcar la eternidad. Fomenta una vida de fe en Dios y de respeto por la dignidad de cada ser humano; procura la formación de un carácter semejante al del Creador; estimula el desarrollo de pensadores independientes en vez de meros reflectores del pensamiento de los demás; promueve una actitud de servicio al prójimo motivado por el amor, en lugar de la ambición egoísta; fomenta el desarrollo máximo del potencial de cada individuo; e inspira a valorar todo lo verdadero, bueno y bello.

Educación inicial

La filosofía de la educación adventista, además de respetar los objetivos y las políticas educativas nacionales, propone metas específicas para el desarrollo de los niños, basadas en los principios de la ética cristiana. De esta manera, nuestros estudiantes tienen la oportunidad de desarrollar los valores morales, la integración social, la adquisición de la lengua oral y escrita, la construcción de los conceptos matemáticos y las habilidades artísticas que contempla cada etapa de su formación como ser pensante, incorporando sus experiencias y conocimientos previos.

La enseñanza en el nivel inicial también debe facilitar la comprensión y el conocimiento de Dios como Creador, Sustentador y Salvador; para que el alumno establezca vínculos sólidos con Dios, con su familia y su comunidad.

Para alcanzar todos los objetivos del nivel inicial, nos esforzamos por adquirir materiales didácticos que contemplan el desarrollo de las habilidades físicas, mentales, morales, sociales y afectivas de los niños de 3 a 5 años.

Educación primaria

Para desarrollar los requisitos establecidos por los organismos gubernamentales de educación y la red adventista, el trabajo con el nivel primario promueve un aprendizaje significativo, contextualizado y crítico, en conformidad con los principios bíblico-cristianos, a fin de formar un ciudadano pensante, autónomo y participativo.
 
Por esta razón, se proponen actividades para promover la reflexión, , el análisis de datos y el diálogo, propiciando la organización y el debate colectivo de las ideas personales.
En cada nivel de enseñanza se presentan los contenidos en forma creciente, con la profundidad necesaria para cada etapa, en lenguaje accesible.
 
Misión

Brindar una educación cristiana de calidad a niños, niñas y adolescentes, esforzándose por ofrecer excelencia académica y desarrollo espiritual, cultural y físico. De tal manera que sus egresados puedan estar preparados para ser ciudadanos ejemplares con principios y valores bien definidos.

Visión

Formar niños, niñas y adolescentes que sean útiles en las distintas áreas del quehacer humano con niveles de excelencia y que contribuyan a su propio desarrollo personal y espiritual, siendo la certeza del segundo advenimiento de Cristo su máxima aspiración